Errando entre Palabras

lunes, 31 de agosto de 2020

Sucederes

Puede suceder que se humedezcan los ojos, porque sí.

Y que una mariposa se pose en la ventana, también porque sí.

Puede ocurrir que en una mesa roja sólo haya una copa.

Que no se escuchen ruidos y que la calidez sea parte de los sueños. 

Puede pasar que una mirada descanse en una margarita o en la negrura del cielo. 

Pero las ráfagas de viento que se sienten en la piel, nunca suceden porque sí.


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